En el ámbito de una empresa, y sobre todo en las pymes, o también en el ámbito personal, surgen gastos inesperados que requieren su solución urgente. Y en algunos de esos casos, se cuenta con el dinero, pero está en cheques que quizá se cobren en días o meses. En lugar de no poder solucionar el problema o recurrir a préstamos desesperados, se puede optar por convertir esos instrumentos en efectivo.
La herramienta a la que hacemos mención es la cesión de cheques. También conocida como descuento, esta acción permite adquirir liquidez a cambio del cheque. En el proceso se produce un descuento, a modo de costo. Este procedimiento lo realizan bancos e instituciones financieras.
Esta metodología sirve para obtener liquidez frente a gastos extraordinarios, desfase entre pagos y cobros, o cualquier otra situación que requiera fondos inmediatamente. Este es un tipo de financiamiento que permite transformar a los cheques de pago diferido en fondos acreditados en el acto, sin necesidad de esperar a la fecha establecida para el cobro.
Por supuesto, este tipo de herramientas implican costos: tanto la operatoria como la espera entre la fecha de cobro del cheque y la de cesión implican gastos de parte de quien lo toma.
Los costos se descuentan en el momento en que se entregan los fondos. Habitualmente, antes de la operación se pueden hacer simulaciones financieras para dejar establecidos los detalles de la operación, con sus costos o intereses.
Esta es una opción muy utilizada por las pymes. De hecho, algunos establecimientos ofrecen una línea crediticia destinada a la cesión de cheques. Esta operatoria tiene restricciones, como los montos parciales de cada operación y los montos totales. Conforme se utiliza la cesión de cheques, se va consumiendo el crédito disponible. Cuando llega el momento de cobrar los cheques y se cobran efectivamente, el crédito se recupera, actualizándose.
En muchos de los casos, las características de este tipo de procedimientos son comunes: los cheques deben ser locales, de pago diferido, con un máximo relativo a los 120 días, el monto debe estar dentro de la línea crediticia disponible. Por último, quien cedió el cheque deberá abonar el importe si llegada la fecha de cobro quien lo labró no contara fondos disponibles. En caso de que se trate de un cheque no a la orden, sólo el portador puede hacer la cesión, estando su nombre determinado en el cheque. En cambio, si un cheque está cruzado no impide su cesión.
Este procedimiento, como tantos otros, puede hacerse de manera online en muchos casos. Muchas veces, la acreditación es inmediata.