Para explicar qué es la deuda de apalancamiento, primero debemos explicar lo básico: el apalancamiento financiero es el resultado de utilizar un mecanismo para lograr aumentar el dinero posible destinado a una inversión. Ese mecanismo –que puede ser una deuda- es el que opera entre el capital propio y el utilizado realmente en una operación financiera.
Si vamos a la literalidad, apalancar es mover algo con una palanca. El apalancamiento financiero no es ni más ni menos que utilizar distintos elementos a modo de palanca para aumentar posibles inversiones.
El mecanismo principal y más utilizado para el apalancamiento es la deuda, la cual permite una inversión superior al dinero poseído gracias al dinero prestado. A cambio, por supuesto, se deberán pagar intereses.
Al utilizar dinero prestado en la financiación de la compra de activos, se pretende que los ingresos generados a partir de esa compra superarán el costo del préstamo obtenido. El coeficiente de endeudamiento muestra la proporción de deuda respecto al capital de la compañía y se utiliza para determinar la cantidad de apalancamiento.
Como contrapartida, cuando el rendimiento del activo no es el esperado, el apalancamiento puede resultar en pérdidas al sobrecargar las finanzas de la empresa con el pago de intereses.
Las unidades fraccionadas nos sirven para medir el grado de apalancamiento. La fórmula para calcularlo es el ratio de 1: valor de la inversión/recursos propios invertidos. Si, por ejemplo, por cada peso invertido se invierte también dos pesos obtenido por deuda, el apalancamiento es de 1:3.
La deuda de apalancamiento es un recurso muy interesante al momento de hacer una inversión, sobre todo si el éxito de la misma está respaldado. También es cierto que si bien puede dar ganancias mayores a una empresa, también las pérdidas pueden ser algo desproporcionadas. Estas ocurren cuando los pagos de intereses sobrecargan las finanzas de la empresa, básicamente porque los rendimientos del activo no son suficientes, situación que puede deberse a que los tipos de interés suben por encima de lo manejable, o cuando el activo disminuye su valor.
Por lo explicado, la deuda de apalancamiento es un recurso válido que puede ser de gran utilidad, pero que también debe ser manejado cuidadosamente para no obtener resultados desagradables. El límite puede ser bastante confuso entre una genial jugada que permita obtener ganancias superiores a las esperadas y un jugada equívoca que repercute en pérdidas y endeudamiento inmanejable.