En el artículo anterior hemos visto una gran herramienta financiera: la factura de crédito electrónica, la cual permite a las MiPyMEs proveedoras de grandes empresas la posibilidad de financiar su capital de trabajo. Esto se logra dado que, al emitir una FCE y ser aceptada por la empresa, puede contar con una serie de variantes, como ser la cesión, el endoso o la transferencia, entre otras. Luego, la FCE puede negociarse en el sistema bancario (Sistema de Circulación Abierta), en plataformas fintech o en el mercado de capitales. Pero vamos a lo básico, ¿cómo se emite una factura de crédito electrónica?
Las FCE se emiten desde el sitio de AFIP. La MiPyME que quiera hacerlo debe dirigirse a Comprobantes en línea, o también mediante el web service y su sistema de facturación. Para ello, deben completarse algunos datos: fecha y lugar de emisión; la numeración debe ser progresiva y consecutiva de cada factura; fecha cierta de vencimiento de la obligación de pago; identificar, con CUITs incluidos, a quien emite y quien recibe; CBU; importe a pagar (expresado tanto en número como en letras).
La emisión deberá realizarse en sistema de facturación que han sido habilitados por la AFIP, y debe llevarse adelante por un usuario que previamente ha sido validado en el sistema informático. La FCE se considerará aceptada en caso de no mediar rechazo o aceptación expresa de parte de quien recibe, o sea, la Empresa Grande, en un plazo de 30 días corridos desde su recepción. Esto, además, debe aclararse en un texto expresado en la FCE.
Son muchas las ventajas de utilizar la factura de crédito electrónica. Entre ellas, el hecho de que no consume línea de crédito para la PyME que la utiliza.
Tampoco se tiene en cuenta su balance, ya que el inversor analiza en el de la gran empresa (por lo que el riesgo recae enteramente en ella). Es decir que si la Empresa Grande no cumple con el pago, la PyME no tiene responsabilidad alguna sobre él, siendo que es una herramienta que no tiene curso legal contra quien emite. Este caso es opuesto a lo que sucede con el cheque o Echeq de pago diferido. A esto debe sumarse el hecho de la competitividad con la que cuentan las tasas de descuento.
La Factura de Crédito Electrónica es una herramienta financiera que las MiPyMEs deben tener en cuenta a la hora hacer negocios.