Definimos las finanzas personales como la administración de bienes y dinero de una persona o grupo familiar. Esto incluye –pero no se limita a: los ingresos de dinero, los gastos, los bienes materiales, cualquier tipo de inversión financiera, seguros, créditos, etc.
La gestión de las finanzas personales trata de la aplicación de los principios generales de las finanzas a los recursos familiares o de una persona, para presupuestar, ahorrar, invertir y gastar los recursos que posea teniendo en cuenta riesgos financieros y acontecimientos de la vida en su totalidad.
Para realizar una gestión de las finanzas personales exitosa hay que prestar atención a seis áreas fundamentales. Estas son:
- La posición financiera en la que nos encontramos: para comprenderla en profundidad hay que analizar los recursos personales disponibles. Para ello se realiza un examen de flujo de efectivo y patrimonio neto. El valor neto es el balance de una persona en el que se suman todos los activos bajo control del individuo y se resta los pasivos de la familia. El flujo de efectivo comprende las fuentes de ingresos proyectadas dentro de un año menos los gastos previstos para ese lapso. Esto permite prever con cierta claridad cuándo se pueden lograr los objetivos personales.
- Seguro: la forma de proteger la vivienda contra riesgos imprevistos. Dichos riesgos pueden ser de distinta índole, desde la propiedad, responsabilidad y cuidado a largo plazo, hasta discapacidad, salud y muerte. Para algunos de ellos se requiere la compra de un contrato de seguro, que en algunos casos incluso goza de beneficios fiscales, por lo que su utilización puede ser una pieza fundamental en la planificación general de la inversión.
- Esquema fiscal: para establecer lo obvio, la gestión de impuestos no trata de determinar si se pagarán impuestos o no, sino más bien de cuándo se pagarán y de qué manera. Aprovechar los incentivos fiscales de los distintos gobiernos puede tener un impacto significativo en las gestiones personales.
- Inversión y acumulación: para comprar una casa, empezar un negocio o pagar gastos educativos es necesario acumular activos. Para conseguirlo hay que planificar su costo futuro y cuándo deberían retirarse los fondos. Un riesgo importante a este respecto es la inflación. Es probable que se requieran inversiones para superar la tasa de inflación.
- Jubilación: analizar este aspecto sirve para paliar el déficit de ingresos al retirarse.
- Planificación de los activos después de la muerte: distribución de bienes a herederos u otros.
Un encare profesional de estas y otras cuestiones permitirá que la gestión de finanzas personales se exitosa a fin de maximizar posibilidades de crecimiento y minimizar los riesgos.