En un artículo anterior nos hicimos la siguiente pregunta: ¿qué precio tiene el uso del dinero? De la cual, después de algunos análisis, devino la definición de la tasa de interés. Pero tanto el dinero como otros bienes (o cualquier mercancía) tienen su valor en el mercado, dividiéndose en dos: valor de uso y valor de cambio.
Un objeto define su valor de uso por su valor para satisfacer una necesidad.
Esta forma de definirlo se refiere a los rasgos de un objeto gracias a los cuales nos permite satisfacer distintos tipos de necesidades, desde las básicas biológicas (como comer) hasta las que refieren a la cultura o el ocio (como leer o escuchar música).
El valor de cambio es el valor que un objeto tiene en el mercado. Se mide por el dinero y se expresa en términos cuantitativos. Determinado por las leyes del mercado, dos objetos pueden tener el mismo valor de cambio y sin embargo tener valores de uso totalmente distintos, como por ejemplo una computadora y una moto. Estos dos conceptos nos ayudan a entender que en el mercado todo tiene un valor de uso y un valor de cambio. Incluidos la fuerza de trabajo y el dinero en sí mismo. Ni siquiera este último mantiene su valor en el tiempo: el dinero cambia su valor según se reciba o se pague en distintos puntos del tiempo.
El concepto del valor del dinero está profundamente relacionado con otros dos conceptos de igual necesidad: inflación y tasa de interés.
Las cosas van aumentando de precio constantemente. Eso disminuye el valor del dinero que poseemos. A ese fenómeno se lo conoce como inflación. Para compensar esto, hay otro fenómeno en el cual el dinero se puede invertir para generar más dinero al cabo de un tiempo: el dinero que se genera es en efecto la tasa de interés. Esta es una tasa de retorno que refleja la relación que tiene un flujo de dinero en diferentes fechas, y hace que el valor del dinero cambie de una forma equivalente a la inflación.
Hay diferentes fórmulas para calcular el valor del dinero en el tiempo, según queramos saber, por ejemplo, el valor futuro de un flujo en efectivo o el valor presente de un flujo de efectivo futuro. Para ello es necesario utilizar las matemáticas financieras, utilizando sus herramientas de cálculo para establecer el valor del dinero en el tiempo mediante interés simple, compuesto, valor presente y valor futuro del dinero, entre otras.