Al momento de buscar vías de financiación hay multitud de opciones. Cada alternativa tiene sus particularidades que se ajustan a la necesidad del que lo solicita. Por tanto, hay que estudiar bien las opciones al momento de tomar un camino particular, a sabiendas de que le sacaremos el máximo provecho.
El préstamo a fondo perdido es una opción muy particular. Está orientada a impulsar un negocio, pero sus requisitos son muy exigentes. De poder calificar para obtenerlo, es una opción con muchos beneficios.
Los créditos o préstamos a fondo perdidos son únicos en su especie, dado que no exigen devolución del dinero prestado. Tampoco se cobran comisiones ni se suman intereses. Su único requisito es que se justifique el destino de los fondos concedidos.
El objetivo principal de los préstamos a fondo perdido es potenciar a emprendedores, por lo que los que lo otorgan en general son los Gobiernos de cada país. Es un instrumento utilizado para promover la economía.
Habitualmente se conceden a personas que van a desarrollar negocios que generen empleo y paguen impuestos, impulsando tanto a la economía como a la sociedad. Dados sus grandes beneficios, este tipo de préstamos es muy difícil de conseguir. Se requiere justificar al detalle el proyecto propuesto y que sea viable de prosperar y obtener un crecimiento seguro.
Una situación en que es habitual el otorgamiento de estos préstamos es para paliar alguna catástrofe o crisis, ayudando a zonas desfavorecidas. Esta inyección de dinero apunta a la rápida recuperación de la zona.
En la actualidad, se pueden hallar dos tipos de créditos a fondo perdido:
- Los préstamos a la explotación son aquellos que financiarán gastos corrientes de una empresa. Aquí se agrupan bonificaciones de los tipos de interés de un préstamo otorgado por una entidad financiera, subvenciones a fondo perdido, concesión directa de préstamos de bajo interés, entre otros.
- Los préstamos al capital, siendo estos los destinados a financiar inversiones.
Las subvenciones a fondo perdido son una opción muy interesante, para la cual es difícil calificar. Pueden ser de tres tipos:
- De concurrencia competitiva (entre todas las solicitudes, aquellos con mejor valoración la consiguen);
- De concurrencia no competitiva (se otorgan en orden de presentación, hasta agotar fondos disponibles);
- De forma directa (se prevén en el presupuesto general del Estado, siendo que son de interés público, social, humanitario o económico).
Para calificar para los préstamos a fondo perdido hay que tener un objetivo interesante y con potencial económico para la sociedad, buscando subvenciones públicas y convocatorias.