Los cheques son una de las herramientas financieras más utilizadas en la actualidad. Su facilidad de uso se basa principalmente en la posibilidad de pagar algo sin disponer de dinero en efectivo. Aquí describiremos qué requisitos pretenden los bancos para obtener una chequera, como así también cómo utilizarla. Contar con una chequera es un gran recurso a la hora de hacer negocios y manejar las finanzas personales.
Repasemos las cuestiones básicas: el cheque brinda autorización a la persona que lo cobra a disponer de la cantidad de dinero estipulada en el papel. Para poder abonar con un cheque, debes disponer de una chequera bancaria, la cual se puede conseguir si se cumplen ciertos requisitos.
El requisito fundamental e inicial es poseer una cuenta corriente en el banco en que quieras solicitar una chequera. Una vez realizado el procedimiento debes, obviamente, tener dinero en dicha cuenta para que un tercero pueda cobrar el cheque emitido por ti.
El Banco Central de la República Argentina dispone de una serie de normas de seguridad al momento de obtener una chequera. La solicitud puede ser por cajero o en la banca online. La Chequera tiene costos, y no debe utilizarse para gastar más dinero del que se tiene. La cuenta corriente debe contar con ingreso de dinero periódico (mes a mes, por ejemplo). Quien la solicite, deberá presentar su CUIL (Clave Única de Identificación Laboral), que es provista por la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos). Por supuesto, también debe presentar el Documento Nacional de Identidad.
Una vez presentados todos estos elementos y obtenida la autorización por parte del Banco, se puede utilizar la Chequera. Ésta será de gran ayuda al momento de enfrentar gastos imprevistos y no contar con el efectivo. El cheque provee una serie de herramientas según su tipo, que deberán usarse en el momento apropiado: cheque cruzado (aquél que obliga a depositar en otra cuenta para retirar el dinero); cheque conformado (aquél de pago garantizado por la entidad que lo emite); cheque al portador (quien lo posee es el que puede cobrarlo); cheque nominativo (caso contrario al anterior, debe incluir todos los datos de la persona que lo va a cobrar y sólo ésta puede hacerlo); cheque del viajero (se utiliza poco y lo ofrecen bancos internacionales).
Tener una chequera es un recurso de mucha utilidad en la vida cotidiana o en el mundo empresarial, siendo una herramienta muy popular en el mundo de las Pymes.