Los instrumentos de deuda son una gama de herramientas a través de las cuales una empresa, institución o similar obtiene financiamiento. Para ello, la entidad emite un instrumento de deuda adquirido por el comprador, financiando así a la entidad. A cambio, la entidad se compromete, al tratarse de una obligación financiera, a devolver la cantidad prestada en un plazo determinado. Para ello, también se pacta un reembolso, que será pagado al acreedor a cambio del servicio.
Las letras, los bonos y los pagarés son los instrumentos de deuda más conocidos popularmente. Ellas se negocian en los mercados financieros. De esta manera, en función de la actuación de los compradores, la titularidad puede ir alternándose.
En otras ocasiones hemos hablado de los diferentes tipos de deuda pública en los que podemos invertir. Siguiendo esta línea, comentaremos los tipos de deuda pública emitida por el Estado. Entre otros, existen como deuda pública Letras del Tesoro y los bonos del gobierno. La mayor diferencia entre estos activos para el inversor minorista es la diferencia en el monto y la duración de su inversión.
La Letra del Tesoro es un activo emitido por el Tesoro del Estado y tiene un vencimiento inferior a dieciocho meses. Se emiten habitualmente a seis y doce meses, por lo que son un activo muy seguro para invertir a corto y medio plazo. Cualquier tipo de ahorro, por ejemplo, puede invertirse en Letras en lugar de quedar sin utilizarse, alcanzando una ganancia a corto plazo.
Hay varias formas de adquirir esta clase de activos, entre las que se encuentran comprar en el mercado primario (emitido por el estado) y en el mercado secundario (comprando el activo a alguien que ya lo posee).
Los Bonos del Estado suelen emitirse con plazos de tres a cinco años, por lo que se consideran una inversión de mediano o largo plazo. Se caracterizan por tener una forma de pago de los intereses muy específica, por lo que se emiten declarando la utilidad a otorgar. Habitualmente son lanzados mensualmente y también se pueden comprar en mercados secundarios.
Este tipo de deuda se amortiza mediante el pago de "cupones", la generación de intereses suele producirse anualmente. El nombre de la nota proviene del hecho de que en el pasado, la deuda se emitía en papel y tenía una fecha de vencimiento. Estos cupones han sido separados del instrumento de deuda y cobrados, de hecho, sirven incluso como cambio. La ventaja de este sistema es que el pago se recibe periódicamente, sin esperar al vencimiento.
También existen Obligaciones del Estado, similares a los bonos, que se emiten a diez, quince o treinta años, por lo que son la inversión más a largo plazo.