El monotributo es una herramienta que tienen los comerciantes, profesionales y trabajadores cuyos ingresos son bajos, de ingresar a la economía formal y poder emitir facturas, tener obra social y aportar a una futura jubilación.
El monotributo se implementó en el año 1998 en Argentina, como una forma de permitirle sumarse a la economía formal a aquellos que no podían pagar la cuota de autónomo general y así poder obtener beneficios.
Los monotributistas se diferencian de los autónomos regulares (que están incriptos en el Impuesto a las Ganancias y/o el IVA y/o Régimen de Autónomos) en que sus ingresos no deben superar un máximo anual previamente determinado. A la vez, el pago mensual que hacen contempla la obra social, el aporte jubilatorio y el impuesto al estado de manera unificada.
Las personas que tienen un oficio, los profesionales que cumplan con el límite de facturación, los que posean una renta proveniente de alquileres propios de inmuebles (que no superen las tres propiedades), quienes tengan un comercio pequeño y un pequeño emprendedor son aquellos que pueden inscribirse como monotributistas. Dentro del monotributo, existen distintas categorías que organizan conforme a lo que se gana y que determinan el aporte mensual que deberá hacer al estado el monotributista.
Al día de hoy podemos encontrar once categorías, ordenadas de la “A” a la “K”, que contemplan desde los que ganan $17.000 hasta $217.000 mensuales. Estas categorías pueden ajustarse cada seis meses según el monotributista facture más o menos. Las fechas de ajuste son los veinte de enero y los veinte de julio.
Entre los muchos beneficios que se consiguen al presentarse como monotributista, podemos encontrar:
- Evitar hacer DDJJ anuales de Ganancias, mensuales de IVA y demás obligaciones exigidas a un inscripto en Ganancias y/o IVA, ahorrando costos contables y administrativos.
- Los impuestos a pagar son mucho más bajos que en el resto de los regímenes. Un autónomo inscripto de IVA puede llegar a pagar hasta el 50% de lo facturado, mientras que la cuota del monotributo varía entre el 1% y el 7%.
- En caso de adherirse al débito automático para el pago de la cuota mensual, se bonifica una cuota al año. Este beneficio es posible si se mantiene la cuota al día.
- La posibilidad de derivar un porcentaje del aporte del monotributo a una prepaga, lo cual aligera el costo. Además, está al alcance una bonificación del 10,5%, dado que los usuarios que tienen una prepaga deben pagar ese porcentaje en concepto de IVA, y los monotributistas están exentos en el pago de la prepaga.
- Tener una ventaja competitiva por sobre los inscriptos en IVA, dado que el monotributista no recarga en concepto de IVA el 21% en sus servicios o productos y los Responsables Inscriptos sí.
- Facilidades administrativas. El monotributo es un sistema impositivo simplificado, por lo que es sencillo inscribirse y comenzar a facturar, y también borrarse cuando se deja de trabajar y cesan los ingresos.
Por último, no es desestimable el hecho de estar en regla: poder blanquear ingresos de la economía informal y acceder a beneficios como la obra social o los aportes jubilatorios, pero también a una pensión en caso de invalidez o muerte.