¿Qué es una tarjeta de crédito? La respuesta puede parecer obvia a la mayoría, pero hay algunas cuestiones, como los diferentes tipos o el origen de las tarjetas, que no todos conocen.
Una tarjeta de crédito es un documento emitido por una institución especializada o un banco a nombre de una persona. En general es de plástico o de metal y se puede utilizar para efectuar compras sin necesidad de pagar en efectivo. Como ventaja adicional, se puede trasladar el pago de los servicios o productos a períodos futuros.
La persona titular de la tarjeta de crédito suele tener un límite máximo de dinero para gastar. Por otra parte, el banco emisor de la tarjeta carga al comerciante un porcentaje por brindar el servicio, o incluso una cuota fija mensual o anual al tenedor.
Originalmente, las tarjetas de crédito surgieron en la década del 1920 en Estados Unidos. Se difundía entre empresas y eran de uso interno. Su uso era el de acreditar sueldos y realizar otras operaciones sencillas. El consumo todavía no era el objetivo. Recién en 1950 se emitió la primera tarjeta de crédito universal, aceptada por numerosos establecimientos. La entidad emisora fue Diner’s Club.
En la actualidad existen diversas formas de crédito y fórmulas de pago, lo que deriva en diferentes tipos de tarjetas de crédito. Estas son:
- Clásica: son las mundialmente conocidas, como Mastercard, Visa o American Express. El dinero prestado se devuelve pasado un mes o dos desde el momento de la compra. El crédito mundial promedio es de entre 600 y 1200 euros al mes. En caso de no disponer de saldo, se comienza a cobrar intereses como parte del préstamo.
- Variantes oro y platino: su funcionamiento es igual al convencional, sólo que poseen una línea de crédito mayor. Además, poseen una serie de servicios adicionales. Suelen estar reservadas para clientes especiales que utilizan frecuentemente la tarjeta.
- De puntos: sus ventajas adicionales están basadas en un programa de puntos para conseguir beneficios tales como ahorros en tiendas o viajes gratis.
- De crédito virtuales: similares a las tradicionales de prepago. Se les carga de antemano el dinero del que se quiere disponer. No existe el soporte físico, por lo que se utiliza en tiendas en Internet o que cuenten con medios de pago online.
- Revolving: cuenta con aplazamiento automático de los pagos realizados por lo que el titular de la tarjeta paga una cantidad fija por mes. Este tipo de financiación repercute en altos intereses a abonar.
- De empresas: destinadas a cubrir gastos empresariales.
- Comerciales: son tarjetas emitidas por establecimientos y no por un banco, también conocidas como tarjetas de cliente o de compra. Con ella, la deuda de servicios y bienes adquiridos se carga en una cuenta bancaria del usuario en un plazo mensual y en general con financiación de costo cero.